Cuando nació, contaba yo doce años. Sinembargo, ayer ella cumplió 29 y yo, en Abril, 44. Creo q hasta los mejores economistas de la vida deberán hacer muchos cálculos para averiguar cómo es posible estas diferencias. Son cosas de la vida.
De niña tenía unos hermosos rizos q adornaban su carita de ojitos achinados, como tenemos todos los hermanos y al igual q ellos, me llamaba Güagüis, apelativo q hoy en día continúa haciendo sonRía. Recuerdo me convertí en una mami2 al cambiarle los pañales, cantarle canciones de cuna y pasearla por el pueblo cerquita del mar donde vivíamos.
Luego llegó la etapa revolucionaria y reindivicativa. Llegó también Libertad deseada en el País y el primer paso hacía mi temprana vida en solitario, aunque siempre acudía, una vez por semana, a la casa paterna para visitar a mis herman@s.
Ella es blanca, Yo soy mestiza. Ella es alta, yo pequeñina. Ella es la mujer que mi padre por hija siempre quiso tener y yo la bohemia medio hippye y muy india.
Un día gris de Diciembre vi partir a mi familia. Se fueron allende los mares quedándome yo en la Villa de los Humos llorando lágrimas vivas. Así fuimos creciendo, alejadas por la distancia del gran Océano y sin internet.
La vida me regala muchas Hermanas. Hermanas de Alma y Corazón. Hermanas de Luz y Amor. Hermanas Jaguares, Hermanas Isleñas, Hermanas de Risas y Cantares. Ahora bien! la única Hermana de Sangre, eres Tú, Querida Lupina
Hoy, mientras escribo estas letras, late mi corazón emocionado. Por primera vez en la vida, vamos juntas al supermercado, nos tomamos un tequilita, cantamos canciones emocionadas y nos abrazamos a cada ratito mirandonos a los ojitos. Descubro a una hermosa mujer madre, trabajadora, esposa, repleta de nobleza y paciencia. Dulce y cariñosa. Sensible como una rosa y sólo puedo elevar los ojos musitando ... Gracias Padre que estás en el Cielo
Gracias Hermana por tu hospitalidad y amor hacia tu hermana mayor. Gracias. Mil Gracias.
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