Contaba diez años cuando fue encontrada -a las cuatro de la mañana- sentada en la cama con los brazos sujetando al Planeta Tierra, según sus propias palabras en respuesta a la pregunta de su madre: ¿Qué estás haciendo, Alicia?.
Así fue que de mayor partió a vivir bajo los árboles, Robles y Encinas, de la mano del gitano de pelo rizao sujeto en coleta.
Todos los días escalaban a la Gran Piedra a tomar el Sol y contemplar cientos y cientos de árboles. Hojas Verdes, Auu cuanto Te Quiero, Verde. Hojas de Robles cubiertas de una piel aterciopelada. Esencias de oregano, menta, tomillo y romero. Agua fresca por doquier y entre los árboles Alicia escucha al atardecer: "lo mejor que me ha pasao es haberte conosíoo" un instantes antes a que su gitano llegue a darle una caricia en los pies.
Tiernas las manos del Gitano. Dulces caricias capaces de dar a entender el lenguaje que tan sólo conocen los enamorados.
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